domingo, junio 11, 2006

El Sonero del Mundo



Corrían los años setenta en un ambiente de fiesta y falsa ilusión de progreso en Venezuela. Un País que venia saliendo de una férrea dictadura, que acababa de descubrir la bonanza económica ligada al petróleo y que de repente se encuentra con mucho dinero y poco desarrollo social. Así nació por un lado una casta social que vivió (algunos de sus miembros aún lo siguen haciendo hoy día) muchos años sin trabajar a costillas del erario publico y por otra parte un conjunto bastante grande de la población que vivía de la migajas del banquete. Se conformo entonces un cinturón de barrios populares en los alrededores de la gran capital. Son celebres: el “23 de Enero”, Catia, San Agustín, Antímano, Caricuao y los innumerables barrios de Petare, entre otros.

Así las cosas, en el país coexistían dos mundos diferenciados; unos que viajaban a Miami a diario y volvían solamente a dormir y otros que vivían en los barrios, alrededor de la radio y de una las culturas populares mas impresionantes de los últimos tiempos de origen netamente caribeño y que rápidamente se expandió en todo el mundo; la salsa.

Y precisamente, de uno de esos barrios populares surgió, quien es quizás el más grande representante de la salsa en el mundo. Son muchos los epítetos que se le han acuñado: Sonero del Mundo, Bajo Danzante, Diablo de la Salsa…estamos hablando por supuesto de Oscar D’Leon.

Sus comienzos se remontan a una celebre agrupación de nombre La Dimensión Latina, en la cual el joven Oscar tocaba el bajo, hacia algunos arreglos y cantaba, a veces en solitario a veces en dúo con otro grande de la banda; Wladimir Lozano. La dimensión nació bendecida por el cielo. Desde el primer álbum en el 72 fue un suceso absoluto en los barrios de la ciudad. La otra parte del país se mantuvo al margen de un movimiento que veía con asco y desprecio, que consideraba de gente inferior, de “monos” y malandros. Pero el negocio del disco, vio rápidamente el potencial de la banda y el mercado cautivo en los barrios... y comenzó la leyenda.

Paralelamente, gracias al poder de la radio, el movimiento salsa se diversifica y aparte de la dimensión, fue la época dorara del desaparecido Ismael Rivera y la colosal FANIA entre otros grandes del genero. Oscar consolida su fama de sonero, deja la dimensión e integra su propia banda, LA SALSA MAYOR. Es celebre el concierto dado por esta banda en el poliedro de Caracas, grabado en vivo y que tiene una verdadera lección de música afro caribe para el mundo. La capacidad sobre humana de improvisación y su timbre de voz, hacen que rápidamente su fama se extienda por el mundo.

Oscar llevó la salsa a nuevas fronteras: En cuba, a pesar de las diferencias ideológicas, es considerado “el sucesor de Benny Moré”, introdujo la salsa en Japón donde es un ídolo y sus giras por América y Europa son siempre verdaderos acontecimientos artísticos.

Recuerdo que una vez llegando a Tokio, una chica que trabajaba en el aeropuerto me preguntó de dónde era, y cuando dije Venezuela, pelo los ojos y grito de muy dentro de su vientre ¡SALSA!, intuyo que muy dentro si quiso decir ¡Oscar D’Leon!.

SARAS

lunes, junio 05, 2006

Tengo

Tengo, ¿qué tengo?

A veces es útil dedicar unos instantes a mirar lo que es de nuestras vidas actuales, observar con ojo crítico el pasado, sin dejarse llevar por ciertas trampas de la nostalgia.

Es recomendable siempre hacer un balance y preguntarse ¿qué soy?, ¿qué tengo?. El motivo de esta nota, es un poco tratar de hacer por este medio una especie de catarsis personal sobre este tema. Hablaré pues de mí, de lo que creo que tengo.

En primer lugar diré que tengo una gran fortuna, por que la vida siempre ha sabido poner en mi camino la luz al final del túnel. La expresión básica de este hecho la conforman los, en verdad, muy pocos pero intensos buenos amigos, que siempre han estado ahí conmigo, de forma incondicional. Me refiero, no solo a personas, que por supuesto las hay, me refiero también a aquellas cosas del mundo, sin las cuales la vida seria realmente imposible; la música, el cine, la poesía y las artes en general. Gracias a ellas soy lo que soy y una buena lectura a tiempo ha cambiado el rumbo de mi existencia.

Son infinitos los momentos placenteros que las artes auditivas y visuales me han proporcionado, y espero seguir contando en el futuro, con muchas horas de tan intenso deleite. Así pues una respuesta parcial a la cuestión que da título a esta entrega seria: Música, Libros, Cine, Arte. Pero por supuesto hay muchas cosas más y todas ellas de vital importancia, tanto como el aire mismo para respirar.

En un mundo que a veces se antoja marcado por la infamia, por el odio, por la proliferación de los instintos mas bajos y pobres del hombre, yo siempre y en cada faceta de mi vida, he tenido amigos cercanos que con su sabiduría, es decir, con su concepto elevado de ver la vida, me han ido señalando ciertos caminos, invitándome a dejar mi propia huella en tan nobles senderos. La lista, que no es muy larga, podría ser fastidiosa y aburrida, así que solo menciono por ahora, a una persona a quien actualmente tengo en muy alta estima, a pesar que literalmente, somos dos desconocidos, si nos atenemos a cierta retórica humana. Se trata del Maestro y amigo Guillermo Cerceau. No soy dado a la lisonja, pero “al Cesar lo que es del Cesar”.

En resumen qué tengo… Música, Libros, Cine, Arte y quizás lo más importante: amigos…parafraseando al poeta Pablo Milanes, “…tengo, vamos a ver…lo que tenia que tener…”.

Posdata. Este Blog y su contenido son responsabilidad directa del maestro Cerceau, quien me inicio en estos malos pasos. ¡Gracias Maestro!

SARAS