martes, diciembre 16, 2008

Hacia una cinematografía propia

Vengo de ver una novísima cinta nacional, que lleva por título "A Mí Me Gusta" y esta producción me permite hacer un balance de lo que es y representa nuestro cine nacional. No cabe duda de las mejoras: sonido, que hasta hace poco era uno de los males mayores, con cintas donde era literalmente imposible seguir los diálogos. Ahora da placer ir al ver nuestro cine. Edición, es barbará la mejoría y los recursos cada vez más novedosos y con tecnología de punta, haciendo cortes limpios y con excelente montaje de audio. Otro campo donde se ha avanzado bastante y en cual falta un largo trecho por recorrer es sin duda los guiones, el cine venezolano busca su identidad, a la venezolana, como somos, sin demasiado adornos y la buena noticia es que está comenzando, aunque tal vez de manera tímida aún, a explorar nuevas temáticas alejándose cada vez de esa faceta del cine nacional de malandros, putas y camiones de malas palabras. Por ejemplo, hace pocos días vi en vídeo en casa "Cirano Fernández", película que en su momento me negué a ver en el cine, ya que pensé que era una historia más de esa época ya moribunda del cine nacional. A mi gran sorpresa resulto ser una historia llevada de manera inteligente, con cierta deficiencia del guion, pero con mucho contenido social para reflexionar sobre lo que somos, sobre la forma de vida que hemos construido alrededor de nosotros.

Aparte de la deficiencia en lo guiones, que es absolutamente mejorable y estoy convencido que el futuro cercano veremos cosas extraordinarias, hay dos detalles en lo que creo que se debe trabajar mucho más de lo que se hace en la actualidad. Me refiero por un lado al rodaje en vídeo digital. Entiendo que es un asunto de reducción de costos (dado lo pequeño del mercado...). El problema es lo que el espectador ve en la pantallas y ahí se nota la poca calidad de imagen, llegando inclusive a escenas borrosas y a la deficiencia en la calidad de los colores. Con ello se pierde una de las cosas más bellas y atractivas del cine: la fotografía. Por ejemplo, en "A Mí Me Gusta" no se disfrutan a plenitud de los hermosos paisajes o las escenas donde se recrean la variedad tan grande de frutas de estas tierras, precisamente por la poca calidad fotográfica. Ahora que estamos de lleno en la alta definición, es sano invertir más dinero en un rodaje digital de más calidad o en una mejor transferencia a 35 mm. (Ignoro de donde viene el problema, incluso ignoro si la proyección es digital).

Otro asunto delicado es, salir del tabú construido alrededor de la chica sexy, que está buenota y casi de forma automática, por ese solo hecho, la hacemos protagonista. En principio un buen actor es eso, un buen actor, poco importa si tiene un culote o un cuerpo musculoso (claro, claro eso vende, pero no tiene nada que ver con el arte). En ese sentido se debería dar prioridad a las escuelas de actores y la caracterización de los personajes antes que al físico, porque si no estamos reproduciendo todo lo malo del "star system" y habremos perdido nuestro tiempo y nuestro dinero.

Sobre "A Mí Me Gusta" vendida como comedia de fogones, resulta que la cocina juega un papel secundario y casi marginal y en realidad es una historia familiar con toques románticos que logra el enganche del publico por ser una historia ligera, que no se complica demasiado y con "happy end" garantizado. La edición y sonido son limpios y rodada en 35 mm sería un deleite para la vista. Una verdadera lástima.

Otro aspecto que llamo muchísimo la atención de esta obra y que no es muy común en nuestro cine y en nuestra cultura en general, es apelar a cierta dosis de nacionalismo, de recalcar las cosas buenas y bellas de este país sin pretender ocultar nuestros problemas ni lo que somos. El mensaje es claro y diáfano: cada quien es libre de hacer su vida donde crea que ella está mejor. Y en ese sentido quienes opten por quedarse en Venezuela, encontraran un país de maravillosas oportunidades que hasta ahora, gracias a la riqueza bajo nuestro suelo, no hemos sabido entender ni aprovechar, pero que están allí esperando por nosotros.

Bravo una vez más por el cine nacional y que sigan llenando las pantallas criollas de buenas obras.

SARAS

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